Alerta en el Aeropuerto
El modus operandi es por lo menos, sospechoso. De la nada, familiares de viajeros en México que preparan su regreso hacia Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Venezuela, reciben una llamada telefónica.
En la llamada, una persona con obvio acento mexicano le dice que su familiar que se disponía a tomar su vuelo en el aeropuerto capitalino para viajar a Centro o Sudamérica, ha sido detenido por personal del Instituto Nacional de Migración.
El motivo de su supuesta detención oscila entre, que cargaban narcóticos hasta que son sospechosos de un homicidio.
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Y, piden sumas en dólares para negociar su liberación.
Lo interesante del asunto es que aquellos que llaman para negociar la liberación a otro país, tienen todos los datos del viajero: nombre completo, domicilio, número de pasaporte, lugar de procedencia, cuantas personas le acompañan, etcétera.
Es indudable que hay grupos de la delincuencia organizada que se asociaron con algunos empleados y funcionarios del Instituto Nacional de Migración, adscritos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Hasta el momento, no se ha hecho ninguna detención ni se ha logrado identificar a los que llaman por teléfono para realizar la extorsión.
La recomendación es evidente, si usted tiene amigos o familiares que vendrán a México, avíseles de esta situación.
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Y adviértales que, si en sus países de origen reciben una llamada con dichas características, cuelguen, sin más.
Posteriormente, deben comunicarse con los viajeros para comprobar que están bien.
Ante el acoso de la delincuencia organizada, solo cabe estar comunicado con la familia y no perder la templanza.
De las anécdotas que se cuentan
En un paraje de la autopista México-Cuernavaca, en la colonia San Miguel Topilejo, alcaldía Tlalpan de la Ciudad de México, algunos vecinos se toparon con un cadáver, el 26 de diciembre. Estaba encobijado y con bolsas de plástico negro.
El cuerpo tenía evidentes signos de tortura y un disparo en la cabeza.
Cuando comenzó el verdadero lío fue cuando los forenses que arribaron y los elementos de la Fiscalía de Investigación Territorial en Tlalpan, dieron cuenta que el ejecutado era un marino.
La carpeta de investigación por el delito de homicidio doloso se activó, pero, la noticia llegó a gran velocidad a las oficinas de la Armada de México.
Es evidente que los marinos nunca han permitido que la muerte de uno de los suyos quede impune. Con todo, las preguntas que se hacen en las filas de inteligencia son: ¿está vinculada la ejecución con lo ocurrido en Jalisco? O, ¿tiene algo que ver con el cártel de Tláhuac?
El 15 de noviembre, dos funcionarios de la Secretaría de Marina fueron secuestrados en Zapopan, Jalisco, por parte de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Y mediante un complicado procedimiento se logró su liberación.
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El 23 de diciembre, tras 14 meses de prisión preventiva, fue dejado en libertad. Julio César Cenón, “El Chato Venegas”, líder del Cártel de Tláhuac, organización enemistada con la Marina Armada, tras la caída de Felipe de Jesús Pérez Luna, su fundador.
El cártel de Tláhuac está trabajando como asociado de CJNG en la Ciudad de México y se comenta que también hacen lo propio en Puebla, aunque aquí autoridades de Seguridad Ciudadana declaren públicamente que no hay grupos delictivos de ese tipo.
Por el momento, la inquietud es notoria.
Bastante grave es que ejecuten a un marino y ahora, en medio de dos eventos como los del 15 de noviembre y el 23 de diciembre.
Mientras tanto, en Palacio Nacional ven otra realidad, una muy distinta a la que ocurre cotidianamente en el país.
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*ARD