García Luna, de 56 años, se enfrenta a una pena mínima obligatoria de 20 años de prisión. Su abogado, César de Castro, tiene previsto presentar su propia recomendación de sentencia.
Genaro García Luna, que durante varios años dirigió la lucha de México contra el violento tráfico de drogas en el país, debería pasar el resto de su vida en prisión tras aceptar sobornos para proteger a los cárteles que se suponía debía combatir, dijo el jueves el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
García Luna se enfrenta a una sentencia el 9 de octubre en el tribunal federal de Brooklyn ante el juez de distrito de Estados Unidos, Brian Cogan, tras su condena en febrero de 2023 por participar en una empresa criminal de drogas, tomar parte en varias conspiraciones y hacer declaraciones falsas.
Los fiscales dijeron que García Luna, ministro de Seguridad Pública de México de 2006 a 2012, aceptó millones de dólares en sobornos del cártel de Sinaloa, que fuera dirigido por Joaquín Guzmán Loera, más conocido como El Chapo.
A cambio, se convirtió en un "aliado y miembro esencial" del cartel, protegiendo a sus miembros del arresto y prestándoles ayuda mientras enviaban más de 1 millón de kilos de cocaína a través de México a Estados Unidos, dijeron los fiscales.
"Es difícil exagerar la magnitud de los crímenes del acusado, las muertes y la adicción que facilitó, y su traición al pueblo de México y Estados Unidos", dijo el fiscal federal Breon Peace en una carta al juez.
Sus crímenes exigen justicia".
García Luna, de 56 años, se enfrenta a una pena mínima obligatoria de 20 años de prisión. Su abogado, César de Castro, tiene previsto presentar su propia recomendación de sentencia.
"Nada en los argumentos del Gobierno me sorprende", dijo de Castro en un correo electrónico. "La única sorpresa fue que presentó la carta antes de lo requerido".
Los fiscales dijeron que García Luna esencialmente tenía vidas paralelas, trabajando con agencias antinarcóticos y de inteligencia de Estados Unidos, mientras secretamente estaba en la nómina del cártel de Sinaloa.
Su ayuda al cártel incluía dar pistas sobre investigaciones gubernamentales y cárteles rivales, dijeron los fiscales.
"El acusado cometió estos actos atroces mientras se presentaba a sí mismo como enemigo de los cárteles de la droga y aliado de Estados Unidos", escribió Peace.
Con información de El Economista
*BC