En muchas ocasiones al redactar un texto o al hablar, repetimos las mismas palabras sin recurrir a otra que tenga el mismo significado. O bien, desechamos el uso de apalabra antónimas para sugerir contrastes sobre un tema. Para ello existen las palabras antónimas y sinónimas.
Las palabras sinónimas son las que tienen significados iguales o equivalentes. Estas pertenecen a la misma categoría gramatical. Si una es un sustantivo, la otra también lo es; si es un adjetivo, la otra también debe serlo.
La sinonimia puede ser total o parcial. Si es total, se pueden sustituir en cualquier contexto porque admiten todas las acepciones. Por ejemplo, terminar y finalizar; afecto y cariño. Por ejemplo, “El partido de futbol va a terminar”. Puedo decir también que “El partido de futbol va a finalizar”. O yo te tengo mucho cariño o te tengo mucho afecto. En ambos casos, el sentido de mis oraciones no cambia.
En el caso de los sinónimos parciales no sucede así porque las palabras comparten solo algunos de los significados y se da en algunos contextos. Por ejemplo, poner y colocar. Se dice, “Póngase en mis zapatos”; no se dice “Colóquese en mis zapatos”. Pasa lo mismo en verbos como ascender y subir. Supongamos que dejo olvidado un libro en planta baja de mi casa y le pido a mi hijo “Súbelo rápido” pero no le puedo decir “Asciéndelo rápido”.
En el caso de algunos sustantivos sinónimos hay una diferencia entre su sentido denotativo y connotativo. Un ejemplo podría ser el de madre o mamá. En su sentido denotativo madre es el significado básico, formal y objetivo que posee esa palabra; pero en el sentido connotativo, mamá es la forma figurada o simbólica que da a entender sentidos o emociones. No es lo mismo decir “Madre, te quiero mucho” a “Mamá, te quiero mucho”.
La utilización de sinónimos nos sirve para no utilizar la misma palabra cuando aludimos al mismo concepto. Denota riqueza léxica y cultural, un amplio manejo del idioma.
Por su parte, las palabras antónimas son aquellas que tienen significados opuestos o contrarios. Existen dos tipos de antonimia, la léxica o la gramatical. En el caso de la antonimia lexical se refiere a apalabras que comparten significados parecidos y que su diferencia está relacionada con la precisión.
La antonimia léxica puede ser de tres tipos: complementaria, gradual o recíproca.
En el caso de la complementaria el significado de una palabra excluye el de la otra: verdadero/ falso, tónica/átona.
Por lo que se refiere a la gradual es cuando las palabras se sitúan en los extremos de gradación. Por ejemplo, frío/caliente; alto/bajo. Entre frío y caliente, existen palabras como tibio; o entre alto y bajo está la de mediano.
En el caso de la inversa o recíproca, la existencia de una palabra implica necesariamente la existencia de la otra, por ejemplo, padre/hijo; comprar/vender.
Por su parte, la antonimia gramatical alude a palabras que tienen la misma familia léxica, por ejemplo, moral/inmoral, utópico/ distópico y generalmente utilizan algún tipo de prefijo como a, in, im, i, des, dis, anti, contra.
En la siguiente entrega pondremos algunos ejercicios sobre este tema.
*IC